Sigo de vacaciones, si es que cuidar de mis dos hijos que además están enfermos se puede considerar como tal. Encargué un Roscón de Reyes en la tiendecita de la calle San Juan Bosco. Lo recoge mi mujer, intuyo que estará superior ya que lo elaboran en Monovar, igual que las Toñas que tienen todos los jueves y que son de las mejores que he probado.
Maria Jesús ha comprado Lubinas, de piscifactoría pero muy buenas, las hago al horno con aceite, ajos, sal y un chorro de vino blanco (como iba a faltar el vino), es un Viña Albali de Valdepeñas. Todo un éxito, si a los nanos les hago mis patatas fritas especiales les da igual todo lo demás. Acabamos con el Bonjorne que quedaba.
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