Se prepara una buena al aire libre, para la próxima semana se anuncia una ola de frio y probablemente sea la última oportunidad de organizar una barbacoa, al menos durante un tiempo.
Se celebran dos cumpleaños a la vez, uno de ellos es el de la mujer de un gran amigo que cumple 40, por motivos obvios y sin que sirva de precedente no daré nombres. El otro es del gran Tili, sí el compañero de estudios de Ana Obregón (aunque le joda que se lo recuerde).
En el reparto de tareas me toca el suministro de la carne para la barbacoa. Encargo en el Mercado Central, en el puesto de José y Mari, lo típico: chuletas de cordero de primera, morcillas de cebolla, salchichas blancas, y me recomienda unos costillares de cerdo a los que no puedo ni debo renunciar. Muy buen tipo este José sin olvidarme de su parienta, y muy buen género el que tiene, le sirve su codiciada materia prima a los restaurantes históricos de Alicante. Lo recojo el sábado tempranito y como era de suponer, embriagado por los olores, colores y sabores del mercado, no me resisto a comprar para el aperitivo algo de “blanquet” y "botifarra".
La pantagruélica comida es en el Club de Campo regada de unas cervezas (muchas). De vino se abre uno joven Bonjorne del que ya hablé y dos Viña Tondonia Reserva de 1997 que ya comenté anteriormente. Lo curioso es que el primero estaba muy bueno mientras que el segundo parecía otro vino, aguado y sin sabor. Tendré que investigar el porqué, la añada desde luego no es de las mejores para Rioja como podéis ver en los "Sitios de Interés" de este Blog.
Como no podía ser de otra forma y con el alcohol haciendo de las suyas, nos retamos a duelo gastronómico el próximo fin de semana en casa de Tili. Los congregados son, aparte de un servidor y el propio anfitrión, Luismi, Ivan y Javi (¿de cual de todos será la pareja que ha pegado el salto a los 40?), pero eso será otra historia…
Se celebran dos cumpleaños a la vez, uno de ellos es el de la mujer de un gran amigo que cumple 40, por motivos obvios y sin que sirva de precedente no daré nombres. El otro es del gran Tili, sí el compañero de estudios de Ana Obregón (aunque le joda que se lo recuerde).
En el reparto de tareas me toca el suministro de la carne para la barbacoa. Encargo en el Mercado Central, en el puesto de José y Mari, lo típico: chuletas de cordero de primera, morcillas de cebolla, salchichas blancas, y me recomienda unos costillares de cerdo a los que no puedo ni debo renunciar. Muy buen tipo este José sin olvidarme de su parienta, y muy buen género el que tiene, le sirve su codiciada materia prima a los restaurantes históricos de Alicante. Lo recojo el sábado tempranito y como era de suponer, embriagado por los olores, colores y sabores del mercado, no me resisto a comprar para el aperitivo algo de “blanquet” y "botifarra".
La pantagruélica comida es en el Club de Campo regada de unas cervezas (muchas). De vino se abre uno joven Bonjorne del que ya hablé y dos Viña Tondonia Reserva de 1997 que ya comenté anteriormente. Lo curioso es que el primero estaba muy bueno mientras que el segundo parecía otro vino, aguado y sin sabor. Tendré que investigar el porqué, la añada desde luego no es de las mejores para Rioja como podéis ver en los "Sitios de Interés" de este Blog.
Como no podía ser de otra forma y con el alcohol haciendo de las suyas, nos retamos a duelo gastronómico el próximo fin de semana en casa de Tili. Los congregados son, aparte de un servidor y el propio anfitrión, Luismi, Ivan y Javi (¿de cual de todos será la pareja que ha pegado el salto a los 40?), pero eso será otra historia…
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