Hoy es un día de los que parece que no a pasar nada y al final se monta una buena. La mañana discurre "pestosilla", mucha reunión y discusión en el trabajo, además hoy voy a comer sin compañía porque mi mujer juega al padel con las amigas, y vaya si se lo han tomado en serio, sólo falta que se jueguen unas cervezas en el partido. ¡Quién sabe, a lo mejor lo hacen!.
A última hora suena el móvil, la llamada salvadora, un amigo tine faena por la zona y me invita a comer. Decidimos ir al “Asador 7 de Julio” en la carretera de Madrid justo frente al tanatorio (lagarto, lagarto). Es un restaurante de comida Vasco-Navarra que tiene sucursales en muchas ciudades de España, me temo lo peor. He oido comentarios malos y buenos, así que no hay mejor opinión que la de uno mismo.
El lugar es mastodóntico, un salón enorme que para caldearlo se deben dejar una buena pasta. La decoración tipo Sidrería pero un tanto hortera, mezclando el rústico de la madera con figuras griegas o romanas. Algunos detalles me gustan, las brasas a la vista nada más entrar y una vinacoteca que ya me gustaría tenerla yo.
Tienen una carta bastante amplia pero el consejo es ir al menú de la casa. Tienen dos, uno con chuletas por 20€ creo recordar, y el otro con "Chuletón de Buey" por 33€. Le decimos al Metre si el chuletón del menú es el mismo que el de la carta (35€ sólo la pieza de carne), y nos dice que sí, por lo que la suerte está echada.
El menú consta de los siguientes Primeros:
-Plato de jamón ibérico y queso, decente el primero y aceptable el segundo.
-Cogollos de lechuga con salmón y queso fresco.
-Tortilla de Bacalao (buena e inmensamente grande)
-Pulpo a la Gallega (que no está en el menú pero a Juanito se le antoja pedirlo).
De segundo lo dicho El Chuletón de Buey. Carne roja muy decente y fileteada un poco fina para mi gusto, le acompaña un plato de patatas asadas. La carne viene cruda y te ponen unas brasas en un asador encima de la mesa que es todo un acierto, nada que ver con el típico plato o la piedra calentada.
De postre una verbena compuesta por:
-Pastel de requesón exquisito,
-Tarat de Santiago
-Puding
-Helados y alguna cosa más.
La bebida y el café están incluidos en el precio. Tan sólo nos salimos del menú con el vino, que por 6€ extra nos lo mejora poniéndonos un Tinto Cautivo Crianza del 2004, un Riojita bastante agradable.
Mientras estamos tomando una copa de despedida empieza el “Cataclismo”, un ruido ensordecedor en el tejado del restaurante y los camareros corriendo y gritando ¡Granizo, granizo!. Coño los coches están fuera y no hay nada que hacer, así que nos limitamos a terminar tranquilamente la copa y que sea lo que Dios quiera.
Al salir hago algunas fotitos de las que os acompaño una pequeña muestra. En Alicante no ocurría esto desde hace más de 25 años.
CATA: Tinto Cautivo Crianza 2004.
Bodegas Heredad de Baroja – Elvillar de Álava (La Rioja Alavesa)
Vino pasable que se puede beber, sin más pretensiones.
Precio: 5,40€ en Internet.
http://www.riojalta.com/
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