Se monta una comida para probar el “Arroz con conejo y caracoles”. La verdad es que la convoco de un día para otro y los amigos no responden (¡qué tiempos aquellos en los que perdíamos el culo ante la llamada de la selva!), así que decido dar un salto cuantitativo (por lo de la edad) e ir con mi padre y algunos amigos suyos como Pepe y Felo. En el último momento me llama José Antonio Molina (“El Moro” y que no se me moleste que lo digo con cariño), un muy buen amigo con el que hace tiempo que no coincido y con el que he pasado muy buenos ratos. Además se apunta Juanito, como le llama su mujer, y que como él dice no se puede perder una de estas.
De la comida hablaré poco porque ya alabé en la reseña del día 18 de enero este magnífico arroz que volvemos a degustar en Elche, concretamente en el Rincón de Paco, al inicio de la carretera de Matola.
Lo que dio un caracter especial a la comida fueron los relatos sobre el Alicante de mitad del siglo XX y sus curiosidades, todo en palabras de los comensales más veteranos. Se habló de los inicios en la profesión de Peluquero/Barbero por parte de Felo, de lo mucho que ha cambiado la profesión y de cómo han proliferado los establecimientos dedicados al cabello, donde ahora atraen sobre todo a los hombres con una guapa peluquera y un masaje antes que con un buen corte de pelo (que no se me moleste mi amiga Rian que no va por ella, bueno lo de guapa sí).
Hablan entre otras cosas de la proliferación actual de homosexuales en los programas del corazón(lo digo sin acritud) y de como vivían a mitad de siglo mediante una existencia clandestina, poniéndose las botas en los urinarios públicos de la época. Se tocaron todos los palos y la conversación e historias fue realmente enriquecedora, realmente todo un lujo poderlos escuchar para comprender dos épocas tan diferentes.
Terminamos la tarde en el Pub Zulú, un sitio interesante por la cantidad increible de bebidas y marcas que poseen en la barra. En fin, cerramos un día agradable que, como no podía ser de otra forma, termina con un compromiso para una próxima visita a la bodega que tienen los suegros de José Antonio en Pinoso y que data de finales del 1700, conteniendo vinos de ese mismo siglo que aun se puden degustar. Pero esta historia os la contaré cuando se cumpla lo que esperaré ansiosamente.
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