8 de Febrero de 2007: “S.O.S. ALERTA MEDUSAS”.


Tili pide ayuda y como no puede ser de otra forma acudo raudo en su ayuda. Necesita ayuda para informática para un proyecto con Costas a nivel nacional que tiene que cerrar en dos días y que versa sobre la detección temprana de medusas. Bueno, yo de medusas no entiendo nada pero de marisco y pescado si que se algo (¿o es mi estómago el que sabe?), así que la mejor forma de darle forma al asunto es comer juntos.

Como a las 17,30h tiene trabajo (recoger a los niños dice), comemos cerca de donde está él, en El Albatros de San Juan Pueblo. Buen sitio aunque tuvo una escisión de personal hace uno o dos años, pero conserva las cosas buenas que tenía y la materia prima que maneja es de primera:

Chipirones
Pulpo a la Gallega
Gamba roja mediana hervida
Pata con garbanzos
Salmonete de Bahía
Vino: Muga 2003 (cumplidor)


Vamos, que de medusas gracias a Dios sólo hablamos.

CATA: Muga Crianza 2003 Rioja.
Bodegas Muga. Rioja Alta
Como pasa con casi todos los vinos de esta bodega, nunca fallas, sin embargo ninguno como aquel del 2001 del que ya no queda ni rastro en ningún restaurante.
Precio: 12,5€ en Internet
http://www.bodegasmuga.com/

6 de Febrero de 2007: “AUGE, CAÍDA Y RESURRECCIÓN”.


Reunión de trabajo que se alarga y desemboca en comida. La elección la hace José Mª R. un agradable compañero de mesa. Conclusión: Comida en el Valencia 11.

Este restaurante ha pasado por diferentes procesos desde que lo conocí allá por mediados de los 80 cuando era novio de la que ahora es mi mujer. El grupo de amigos que éramos por entonces y por suerte seguimos siéndolo, salíamos a cenar cuando el bolsillo lo permitía, y llévabamos a las novias a restaurantes más o menos decentes para ver si esa noche triunfábamos.

Pues bien, el Valencia 11 era uno de ellos. Era un sitio aparente con muy buena decoración y excelente comida por un precio muy razonable en aquellas fechas, nada que ver entonces con los tan nombrados sitios que por supuesto no voy a nombrar, Jumillano, Nou Manolín (coño se me volvió a escapar).

Tras aquella época de bonanza, el Valencia 11 pasó por un periodo de penumbra coincidente con la subida de precios general en el mundo de la restauración (me cagó en Berasategui, Adriá y demás) y una comida bastante mediocre. Al cabo de los años ya hacia finales de los 90 volvió a resurgir y hoy en día es uno de los mejores en la relación precio/calidad que se pueden encontrar en Alicante capital.

Pese a lo dicho no lo prodigo en demasía porque sufrí una decepción hace un par o más de años, en una comida con mi apreciado amigo Enrique Ruiz, donde tras haber disfrutado de una serie de platos excelentes (aun recuerdo las “Manitas rellenas de Callos” verdad Enrique), nos tiraron literalmente de la mesa porque tenían que cerrar.

No obstante he de reconocer que siguen ofreciendo una excelente comida y merece la pena, y como muestra:

Escalibada con anchoas de bota
Boquerones plancha
Boletus con reducción de Pedro Ximenez, para mi lo mejor de la comida.
Sepionets en su tinta
Lubina a la sal para 3, exquisita.

CATA: Pago de los Capellanes 2004
Pedrosa del Duero. Ribera del Duero
Me gusta, es de esos vinos que hay que saber beberlo, apreciando cada trago porque aparenta más graduación que la que tiene realmente. Como se nota esa parte de Merlot que acompaña al Tempranillo predominante, en definitiva un vinazo, muy bueno. 18€ en Int. http://www.pagodeloscapellanes.com/

2 de Febrero de 2007: “RECORDEMOS EL ALICANTE DE MITAD DE SIGLO”.

Se monta una comida para probar el “Arroz con conejo y caracoles”. La verdad es que la convoco de un día para otro y los amigos no responden (¡qué tiempos aquellos en los que perdíamos el culo ante la llamada de la selva!), así que decido dar un salto cuantitativo (por lo de la edad) e ir con mi padre y algunos amigos suyos como Pepe y Felo. En el último momento me llama José Antonio Molina (“El Moro” y que no se me moleste que lo digo con cariño), un muy buen amigo con el que hace tiempo que no coincido y con el que he pasado muy buenos ratos. Además se apunta Juanito, como le llama su mujer, y que como él dice no se puede perder una de estas.

De la comida hablaré poco porque ya alabé en la reseña del día 18 de enero este magnífico arroz que volvemos a degustar en Elche, concretamente en el Rincón de Paco, al inicio de la carretera de Matola.

Lo que dio un caracter especial a la comida fueron los relatos sobre el Alicante de mitad del siglo XX y sus curiosidades, todo en palabras de los comensales más veteranos. Se habló de los inicios en la profesión de Peluquero/Barbero por parte de Felo, de lo mucho que ha cambiado la profesión y de cómo han proliferado los establecimientos dedicados al cabello, donde ahora atraen sobre todo a los hombres con una guapa peluquera y un masaje antes que con un buen corte de pelo (que no se me moleste mi amiga Rian que no va por ella, bueno lo de guapa sí).
Hablan entre otras cosas de la proliferación actual de homosexuales en los programas del corazón(lo digo sin acritud) y de como vivían a mitad de siglo mediante una existencia clandestina, poniéndose las botas en los urinarios públicos de la época. Se tocaron todos los palos y la conversación e historias fue realmente enriquecedora, realmente todo un lujo poderlos escuchar para comprender dos épocas tan diferentes.

Terminamos la tarde en el Pub Zulú, un sitio interesante por la cantidad increible de bebidas y marcas que poseen en la barra. En fin, cerramos un día agradable que, como no podía ser de otra forma, termina con un compromiso para una próxima visita a la bodega que tienen los suegros de José Antonio en Pinoso y que data de finales del 1700, conteniendo vinos de ese mismo siglo que aun se puden degustar. Pero esta historia os la contaré cuando se cumpla lo que esperaré ansiosamente.

31 de Enero de 2007: “LA GRANIZADA DEL SIGLO”.

Hoy es un día de los que parece que no a pasar nada y al final se monta una buena. La mañana discurre "pestosilla", mucha reunión y discusión en el trabajo, además hoy voy a comer sin compañía porque mi mujer juega al padel con las amigas, y vaya si se lo han tomado en serio, sólo falta que se jueguen unas cervezas en el partido. ¡Quién sabe, a lo mejor lo hacen!.

A última hora suena el móvil, la llamada salvadora, un amigo tine faena por la zona y me invita a comer. Decidimos ir al “Asador 7 de Julio” en la carretera de Madrid justo frente al tanatorio (lagarto, lagarto). Es un restaurante de comida Vasco-Navarra que tiene sucursales en muchas ciudades de España, me temo lo peor. He oido comentarios malos y buenos, así que no hay mejor opinión que la de uno mismo.

El lugar es mastodóntico, un salón enorme que para caldearlo se deben dejar una buena pasta. La decoración tipo Sidrería pero un tanto hortera, mezclando el rústico de la madera con figuras griegas o romanas. Algunos detalles me gustan, las brasas a la vista nada más entrar y una vinacoteca que ya me gustaría tenerla yo.

Tienen una carta bastante amplia pero el consejo es ir al menú de la casa. Tienen dos, uno con chuletas por 20€ creo recordar, y el otro con "Chuletón de Buey" por 33€. Le decimos al Metre si el chuletón del menú es el mismo que el de la carta (35€ sólo la pieza de carne), y nos dice que sí, por lo que la suerte está echada.

El menú consta de los siguientes Primeros:

-Plato de jamón ibérico y queso, decente el primero y aceptable el segundo.
-Cogollos de lechuga con salmón y queso fresco.
-Tortilla de Bacalao (buena e inmensamente grande)
-Pulpo a la Gallega (que no está en el menú pero a Juanito se le antoja pedirlo).

De segundo lo dicho El Chuletón de Buey. Carne roja muy decente y fileteada un poco fina para mi gusto, le acompaña un plato de patatas asadas. La carne viene cruda y te ponen unas brasas en un asador encima de la mesa que es todo un acierto, nada que ver con el típico plato o la piedra calentada.

De postre una verbena compuesta por:

-Pastel de requesón exquisito,
-Tarat de Santiago
-Puding
-Helados y alguna cosa más.

La bebida y el café están incluidos en el precio. Tan sólo nos salimos del menú con el vino, que por 6€ extra nos lo mejora poniéndonos un Tinto Cautivo Crianza del 2004, un Riojita bastante agradable.

Mientras estamos tomando una copa de despedida empieza el “Cataclismo”, un ruido ensordecedor en el tejado del restaurante y los camareros corriendo y gritando ¡Granizo, granizo!. Coño los coches están fuera y no hay nada que hacer, así que nos limitamos a terminar tranquilamente la copa y que sea lo que Dios quiera.

Al salir hago algunas fotitos de las que os acompaño una pequeña muestra. En Alicante no ocurría esto desde hace más de 25 años.

CATA: Tinto Cautivo Crianza 2004.
Bodegas Heredad de Baroja – Elvillar de Álava (La Rioja Alavesa)
Vino pasable que se puede beber, sin más pretensiones.
Precio: 5,40€ en Internet.
http://www.riojalta.com/